El funcionamiento de un sistema de alarmas domiciliarias con monitoreo comienza cuando un sensor se activa. Si los dispositivos electrónicos que se han instalado en el circuito de vigilancia detectan una emergencia o situación extraña, no importa su nivel de gravedad, instantáneamente emitirán una señal que será enviada a la central de monitoreo.
La central de monitoreo recibe la señal de los dispositivos y determina qué acción tomar según el protocolo. En primer lugar identifican que se trate de una emergencia verdadera y no una “falsa alarma”. Esto sucede más de lo que se puede pensar y generalmente por algún descuido del propietario. Afortunadamente la central se encuentra atenta las 24 horas de cada día para recibir y verificar las señales enviadas por los dispositivos.
El personal de la central de monitoreo se contactará inmediatamente con quien corresponda para brindar asistencia. Según el tipo de emergencia que se trate, la central de vigilancia contactará a la policía, bombero o médicos para que se dirijan hacia el lugar.
Además también se contactará con el cliente o propietario de la vivienda, quien seguramente también ya ha recibido las señales de las alarmas, para informarle sobre la situación que está ocurriendo en su hogar y la medida que se ha tomado. En esta comunicación también se comprobará que el cliente y su familia se encuentren bien, y se le brindara tranquilidad al informarle que ya se ha enviado la asistencia que corresponde.